lunes, 13 de abril de 2009

CEPILLADO DENTAL

Debe convertirse en un hábito diario de limpieza. Debe realizarse inmediatamente después de ingerir los alimentos, siendo la medida preventiva más efectiva para evitar enfermedades, tanto caries dental como enfermedad periodontal. Puede efectuarse con el cepillo seco o humedecido en agua.
Si se prefiere se puede usar pasta de dientes, cuidando que sea de las que contienen fluoruro. Al enseñar o practicar la técnica de cepillado no se debe usar pasta de dientes ya que los sabores que éstas contienen ocultan la placa y es recomendable que la persona que aprende la técnica aprecie el sabor de sus dientes limpios, así como la textura de los dientes sin placa dentobacteriana.
El cepillado dental es un requisito básico puesto que nos proporciona vida para nuestros dientes, además nos regala una buena presentación en nuestro aspecto físico. Así se considera el cepillado como uno de los mejores hábitos que podemos utilizar, pues además de una buena presentación eliminar la caries y la placa bacteriana es uno de los objetivos que pretende.
El cepillado puede estar acompañado de pasta dental como complemento para asear nuestra boca, si por ciertas circunstancias o factores socioeconómico culturales no hay los métodos para utilizar crema dental existen soluciones naturales con los que podemos trabajar; para ello están el agua, la saliva, entre otros. No se debe olvidar que la limpieza debe ser después de cada comida, pues así el esmalte dental se volverá más fuerte contra las enfermedades bucodentales.
El cepillo dental debe reunir ciertas características de gran importancia para un cepillado adecuado.
Las características del cepillo adecuado:
de mango recto
de tamaño adecuado a la edad del individuo y tamaño de la boca (niños, jóvenes, adultos)
las cerdas deben ser plásticas (no usar cepillos con cerdas naturales, ya que ésta conservan la humedad)
Las cerdas deben ser suaves, firmes y con puntas redondeadas.
Debe ser reemplazado cada dos o tres meses de uso, un cepillo "despeinado" sólo irritará las encías y no limpiará adecuadamente.
En nuestro medio existen diferentes modelos de cepillo creados para la necesidad de los pacientes, existen pues los cepillos sulculares, convencionales, interproximales… que se adaptan a la condición del paciente.
Para el paciente normal se puede recomendar un cepillo normal con las características mencionadas anteriormente, con cerdas sintéticas que sean redondeadas para que proteja la primera capa del diente. No es recomendable cerdas naturales puesto que puede albergar colonias bacterianas.
Es importante cambiar el cepillo dental por lo menos cada tres meses, pues así se tendrá una mejor vida dental que no altere superficies duras ni blandas ni al mismo tiempo problemas de halitosis.

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