lunes, 13 de abril de 2009

HIGIENE BUCODENTAL

Las enfermedades estomatológicas más frecuentes son la caries y la gingivitis. El mejor modo de prevenirlas es con una buena higiene bucodental y con revisiones periódicas al odontólogo o al estomatólogo. También es relevante el control de la ingesta de determinados alimentos, especialmente aquellos que tienen un alto potencial cariogénico: azúcares como la sacarosa o la glucosa.

Lo que nos conlleva al origen de las enfermedades bucodentales generalmente por la ingesta de alimentos que se adhieren fácilmente a los dientes facilitando la acumulación de restos alimenticios y por ende de microorganismos y al ser acompañado por una mala higiene causará la desmineralización del diente, es decir originando problemas cariogénicos.

Una buena higiene comienza por un correcto
cepillado, que conviene realizar justo después de cada comida, ingesta de bebidas, especialmente las azucaradas y carbonatadas, de golosinas o aperitivos, o de cualquier alimento. El cepillado más importante, y el que no debe faltar, es el de después de la cena o de la última ingesta antes de dormir. Hay alimentos duros como la zanahoria cruda que al ser mordidos arrastran la placa bacteriana. Otros alimentos como el queso parecen tener propiedades remineralizantes del esmalte.

Una correcta higiene bucodental implica un buen cepillado, acompañada de hilo dental y enjuague bucal. Pero dado las circunstancias por motivo a la carencia de recursos o creencias de distintas poblaciones, al igual que la falta de conocimiento en salud oral hace que estas personas presenten problemas cariogénicos. Debido a esto es como los auxiliares e higienistas deben educar y motivar a toda la población presentándoles soluciones con métodos naturales que les ayuden en su limpieza dental.

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